El equipo de Jürgen Klopp atraviesa una pequeña crisis, porque suma dos empates y una derrota en sus tres últimos partidos. Además, solo han ganado dos de los últimos siete partidos
Manchester United alcanzó este fin de semana al Liverpool en la cima de la Premier League. Ante esta presión, el equipo de Jürgen Klopp estaba obligado a ganar para mantener sus tres puntos de ventaja. Sin embargo, en su partido de este lunes ante Southampton las cosas no les salieron como esperaban.
En casa, Southampton se llevó la victoria por la mínima diferencia, gracias a un gol convertido en los primeros dos minutos de juego. El árbitro pitó una falta a favor del local. En el cobro, el balón voló al primer palo, Alexander-Arnold falló en el despeje y Danny Ings conectó de zurda para vencer al portero.
Aunque Liverpool fue de menos a más, nunca pudo hundir la red y celebrar un gol. Incluso, apenas al minuto 74 fue que lograron su primer disparo a puerta. El tridente ofensivo que conforman Firmino-Salah-Mané estuvo activo pero errático, dejando al equipo carente de gol.
El equipo de Klopp atraviesa una pequeña crisis, porque suma dos empates y una derrota en sus tres últimos partidos. Además, solo han ganado dos de los últimos siete partidos. Esa mala racha la aprovechó al máximo el Manchester United, que con cuatro victorias en sus últimos cinco partidos logró empatar el primer lugar.
Además, resulta que los ‘Diablos Rojos’ tienen un partido pendiente por jugar. Entonces, de ganarlo se convertirían en líderes solitarios de la Premier League, en un repunte extraordinario del equipo que dirige Ole Gunnar Solskjær, tras un comienzo algo lento esta temporada.