El brasileño se lució con un elemento poco tradicional un dúa antes del choque decisivo contra Bayern Munich.
Rafinha, jugador del Barcelona, se puso a hacer jueguitos con un chicle en el entrenamiento del conjunto culé en el Allianz Arena ante la mirada y las risas de Messi.
El brasileño dio tres toques al chicle y se lo volvió a meter en la boca. En el segundo intento, el centrocampista solo logró dar un toque antes de que se le cayera al césped.