Entre la deuda que tiene el club con otros equipos por concepto de compra y traspasos de jugadores, más las pérdidas por el retorno parcial de abonos a los socios y los boletos por los partidos a puerta cerrada; el panorama económico del conjunto catalán luce bastante complicado para el próximo presidente
El FC Barcelona desnudó sus deudas este lunes, al publicar su memoria económica de la temporada 2019/20. El panorama luce horrible para un club gigante, acostumbrado a grandes fichajes y muchos títulos. Peor aún, la situación luce tan crítica que retener a Lionel Messi necesitará de un milagro económico por parte de quien gane la presidencia.
En términos generales, la deuda neta del club aumentó en 55,5% en la última campaña: 488 millones de euros (592,4 millones de dólares). Asimismo, vio incrementar en 31% la deuda a corto plazo, que pasa a 731 millones de euros (US$ 887,4millones).
Además, el Barça arrojó una deuda de 196,7 millones de euros (US$ 238,8 millones), solamente por traspasos de jugadores. Por ejemplo, por Frenkie de Jong, el club aún debe al Ajax 58,2 millones de dólares. Mientras, por Philippe Countinho adeuda 48,5 millones de dólares al Liverpool, siendo estos dos los pasivos más grandes.
Sin embargo, también debe dinero por Francisco Trincao (11,9 millones al Sporting), Junior Firpo (10,9 millones al Betis) y Matheus Fernandes (5,5 millones al Palmeiras). En el caso contrario, el club solo tiene pendiente de cobrar en traspasos 56,3 millones de dólares. Esto refleja que el balance de esta partida arroja un saldo negativo de -182,4 millones de dólares.
Respecto a los llamados ‘ingresos de explotación’, estos fueron de 1.074,8 millones de dólares, aunque la previsión era de 1.285,5 millones. Esta pérdida la atribuyen principalmente al retorno parcial de abonos a los socios y la pérdida de boletos por los partidos a puerta cerrada. Pero, también influyó la ausencia de ingresos por concepto de visitas a las instalaciones del club, como Museo, Hospitality, eventos, entre otros.
¿Llegó el adiós de Messi?
Entonces, en medio de este panorama ‘desolador’, con muchos compromisos económicos pendientes y un balance en rojo, la renovación de Messi luce difícil. El argentino termina su contrato en junio próximo y actualmente devenga alrededor de 70 millones de euros anuales (más de 80 millones de dólares).
El club aún no se sienta a negociar porque primero debe celebrar elecciones presidenciales, previstas para este 7 de marzo, si la pandemia lo permite. En el verano pasado, el argentino manifestó su deseo de irse, pero el entonces presidente del club, Josep María Bartoméu no autorizó su salida.
El principal deseo de Messi es la confección de un equipo capaz de competir en todas las competencias: LaLiga, Copa del Rey y Champions League. Sin embargo, dada esta situación económica, cuesta creer que el próximo presidente le asegure la compra de refuerzos de jerarquía. La realidad es que actualmente el Barcelona no tiene ni siquiera el dinero suficiente para pagar la actual nómina y las deudas que posee.